que es la epilepsia

¿Qué es la epilepsia?



Según cifras del Ministerio de Salud (MINSAL), se estima que 17 de cada 1.000 chilenos padecen epilepsia. ¿En qué consiste esta enfermedad? ¿Cómo podemos prevenirla?

En simples palabras, la epilepsia es una enfermedad crónica del sistema nervioso central en que una persona sufre crisis convulsivas durante un periodo de tiempo, pudiendo acompañarse de cambios conductuales y sensaciones extrañas. Esta puede ser provocada por algún trastorno de salud, lesión cerebral, predisposición genética e inclusive no tener causas claras. Afortunadamente, el tratamiento indicado, su adherencia (cumplimiento) y un estilo de vida saludable permiten llevar a los pacientes una vida normal.

 

¿Qué es la epilepsia?

La epilepsia es una enfermedad crónica del sistema nervioso central en que se altera la transmisión eléctrica de las neuronas que se encuentran en la corteza cerebral. Ocurre cuando las neuronas presentan descargas eléctricas en forma excesiva enviando señales anómalas, causando convulsiones, cambios conductuales y sensaciones extrañas, que incluso pueden llevar a la pérdida de conciencia.

Las crisis convulsivas suelen clasificarse según el área del cerebro que afectan, pudiendo ser focales si activan a un área específica del cerebro, o generalizadas si afectan a ambos hemisferios. Asimismo, las crisis focales también pueden ser simples cuando se conserva la conciencia, o complejas cuando existe alteración o pérdida de esta. Es importante destacar que una única crisis convulsiva no constituye una epilepsia, sino que éstas deben ser recurrentes en el tiempo.

La epilepsia puede afectar a cualquier persona, independientemente de su edad, sexo o raza, por lo que es de suma importancia estar alerta ante los síntomas de una crisis y consultar con un profesional en el caso de experimentar una.

 

¿Cuáles son sus causas?

La epilepsia tiene múltiples causas. Como se mencionó anteriormente, las crisis convulsivas se presentan cuando las neuronas presentan un comportamiento anormal, pudiendo tener su origen en un trastorno de salud, alguna lesión que afecte el cerebro o inclusive no tener una causa determinada (epilepsias primarias).

Las causas de epilepsia varían dependiendo la edad. Las más frecuentes son los traumatismos de cráneo, trastornos cerebrales como tumores o accidentes cerebrovasculares, infecciones al cerebro (abscesos cerebrales, meningitis y encefalitis) y alteraciones de la migración cortical durante el desarrollo cerebral. La herencia parece jugar un rol importante al predisponer a ciertas personas a desarrollar enfermedades en que se presentan crisis epilépticas.

 

¿Cuáles son sus síntomas?

Las manifestaciones clínicas de la epilepsia varían dependiendo de la zona donde estén descargando en forma paroxística (brusca) las neuronas. Por esta razón, se pueden ver manifestaciones con movimientos motores si esa es el área afectada.

Las crisis convulsivas generalizadas se caracterizan por una pérdida repentina de la conciencia, caída de la persona, contracción intensa de todos los músculos y dificultad para respirar. También se suelen presentar espasmos musculares, salivación espumosa y palidez. Luego de unos momentos, la persona se recupera y vuelve a tener conciencia, aunque es común que se presente confusión y cansancio. Si los pacientes presentan una crisis de más de 5 minutos o si presentan más de una crisis y no recuperan la conciencia entre una crisis y otra, estamos frente a una emergencia neurológica que se denomina estatus convulsivo.

Por su parte, las crisis focales simples y complejas se caracterizan por contracciones musculares en cualquier parte del cuerpo, asociada a la descarga de las neuronas que controlan esa parte del cuerpo. Las Crisis Generalizadas pueden manifestarse con movimientos tónico clónicos de las 4 extremidades o con episodios de ausencia, siempre involucrando un compromiso de conciencia. En las crisis focales simples, no existe compromiso de conciencia, mientras que en las focales complejas puede existir alguna pérdida momentánea de ella, siendo común no recordar el episodio.

 

¿Qué complicaciones pueden existir?

Si bien la epilepsia puede afectar a cualquier persona, esta es especialmente delicada en niños dado que puede producir dificultades de aprendizaje si las crisis son recurrentes. Otras complicaciones posibles, tanto en adultos como en niños, incluyen lesiones a raíz de caídas, golpes o realización de actividades cotidianas que impliquen atención y destreza (como conducir) y lesiones cerebrales permanentes debido a accidentes cerebrovasculares.

 

¿Qué tratamientos existen?

El tratamiento debe ser indicado por un especialista en Neurología, quien en base a las características clínicas, edad, contexto médico y exámenes identificará el tipo de crisis que se padece y sus causas. Generalmente el tratamiento incluye el uso de medicamentos para prevenir convulsiones (anticonvulsivos), los cuales tienen un alto porcentaje de éxito si existe adherencia al tratamiento.

Existen casos en los que los medicamentos no logran el control de crisis, con lo que se debe plantear tratamiento quirúrgico en que se extirpa o desconecta el área del cerebro en la cual se desencadenan las crisis.

Es de suma relevancia comunicar al especialista cualquier cambio en las crisis para reevaluar la eficacia del tratamiento y aumentar o disminuir las dosis. Asimismo, es importante no administrar medicamentos sin supervisión médica.

 

¿Es posible prevenir la epilepsia?

Si bien no existen métodos conocidos para prevenir la epilepsia, sí se pueden adoptar medidas que contribuyan a reducir los factores de riesgo que favorecen el desarrollo de crisis convulsivas. Algunas de ellas incluyen:

  • Protegerse en situaciones que puedan causar lesiones cerebrales traumáticas. Emplear cinturones y sillas de seguridad para niños al movilizarse en automóvil y cascos para bicicleta o motocicleta pueden reducir las lesiones en accidentes de tráfico.
  • Mantener un estilo de vida saludable. Alimentarse bien, hacer ejercicio y no fumar reducen las probabilidades de sufrir accidentes cerebrovasculares que pueden llevar a crisis convulsivas.
  • Vacunarse. Muchas crisis convulsivas son provocadas por infecciones, por lo que la vacunación es una medida que puede reducir el riesgo de crisis convulsivas al impedir el contagio de enfermedades.

La epilepsia es una enfermedad crónica del sistema nervioso central caracterizada por episodios convulsivos recurrentes a lo largo del tiempo. Si no es tratada adecuadamente puede generar complicaciones como problemas de aprendizaje en niños/as, lesiones físicas a raíz de la pérdida de conciencia e inclusive lesiones cerebrales. Si bien no existe forma de prevenirla directamente, el tratamiento adecuado y su cumplimiento permiten a las personas que padecen de epilepsia llevar una vida normal. Finalmente, es importante tener un estilo de vida saludable que contribuya a prevenir el desarrollo de complicaciones que pueden causar episodios convulsivos.

 

*El contenido de este artículo sólo cumple la función de informar, no sustituye ni reemplaza el consejo y/o las órdenes del médico tratante relacionadas con su salud, tratamiento o medicamentos que hayan sido recetados.

 

¿Este artículo fue útil? 0

Referencias

Centers for Disease Control and Prevention. Prevención de la epilepsia. 30 de mayo de 2018. https://www.cdc.gov/epilepsy/spanish/prevencion/index.html (último acceso: 23 de octubre de 2018).

—. Tipos de convulsiones. 30 de mayo de 2018. https://www.cdc.gov/epilepsy/spanish/basicos/convulsiones.html (último acceso: 23 de octubre de 2018).

Fisterra. Información para pacientes sobre la epilepsia. 24 de marzo de 2010. https://www.fisterra.com/Salud/1infoConse/epilepsia.asp (último acceso: 23 de octubre de 2018).

MedLine. Epilepsia. 29 de enero de 2018. https://medlineplus.gov/spanish/epilepsy.html (último acceso: 23 de octubre de 2018).

—. Generalidades sobre la epilepsia. 27 de febrero de 2018. https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000694.htm (último acceso: 23 de octubre de 2018).

Ministerio de Salud. Encuesta Nacional de Epilepsia. Santiago, 2002.

 

Bienvenido

Por favor, inicia sesión para acceder al contenido completo.

Iniciar Sesión