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Vulvovaginitis: motivo de consulta ginecológica frecuente



Las infecciones que afectan a la vulva y vagina (vulvovaginitis) constituyen uno de los procesos más frecuentes en las mujeres que acuden a consulta por un problema ginecológico, diagnosticándose entre 10% a 25% a partir de los 17 años. Se estima que alrededor del 50% de ellas ha padecido, al menos, un episodio antes de los 25 años.

 

¿Qué es y por qué se produce la vulvovaginitis?

La vulvovaginitis se caracteriza por la aparición de flujo vaginal o secreción anómala que provoca irritación vaginal y vulvar, enrojecimiento, inflamación local, así como secreción anómala, en ocasiones con mal olor. Se puede acompañar de prurito, alteraciones urinarias y sangrado.

La causa más común es una infección bacteriana provocada por transmisión sexual, prácticas de higiene deficientes, irritaciones o alergias, traumatismos y problemas hormonales.

Existen varios factores que pueden favorecer la proliferación de infecciones al alterar el equilibrio de la flora vaginal, como ocurre tras la menstruación, con las alteraciones en las concentraciones plasmáticas de glucosa, con el uso de antibióticos, en alergias a ciertas sustancias como el látex o alteraciones en los niveles de estrógenos, entre otros.

En niñas prepuberales los factores predisponentes a su desarrollo se relacionan con:

- Bajo estímulo estrogénico y características propias de los genitales a esta edad

- Proximidad anatómica de la región vulvovaginal con el ano

- Presencia de cuerpos extraños en la vagina, lo que plantea un reto diagnóstico y realza la importancia de pruebas complementarias de imagen para su diagnóstico

- Aseo genital inadecuado, que arrastra gérmenes de la región perianal hacia el introito

- Uso de jabones, lociones, talcos, cremas, baños de espuma perfumados que causan irritación local

- Ropa interior poco absorbente

El 90% de las vulvovaginitis corresponden a:

- Vulvovaginitis candidiásica: causada por el hongo Candida albicans

- Tricomoniasis: causada por Trichomona vaginalis, un protozoo unicelular parásito de la vagina, que no forma parte de la microbiota vaginal normal

- Vaginosis bacteriana: causada por el crecimiento excesivo de bacterias que se encuentran naturalmente en la vagina, lo que altera el equilibrio natural

En todas ellas, los síntomas y la visualización del flujo vaginal orientan al médico hacia el diagnóstico concreto y, por tanto, al tratamiento farmacológico que se debe instaurar.

Generalmente, la clínica basta para el diagnóstico y tratamiento, pero si ésta recurre es necesario solicitar exámenes de flujo.

 

Vulvovaginitis candidiásica

Es la infección vaginal más frecuente en las mujeres y, como señalamos, es causada por el hongo Candida albicans que si bien se encuentra en pequeñas cantidades en la vagina, boca, tubo digestivo y piel la mayoría de las veces, no ocasiona problemas o síntomas. Sin embargo, cuando aumenta dentro del organismo, puede producir candidiasis.

Este desequilibrio se ocasiona cuando una mujer:

- Se encuentra tomando antibióticos para tratar otros tipos de infecciones, estos medicamentos cambian el equilibrio normal entre los microorganismos de la vagina

- Está embarazada

- Es obesa

- Tiene diabetes mellitus

- Se encuentra con baja inmunológica producto de enfermedades debilitantes como gripe o estrés; por tratamientos inmunosupresores con corticoides; o por estar cursando o haber superado la COVID-19

Es común en mujeres posmenopáusicas, excepto entre las que reciben hormonoterapia sistémica.

La vulvovaginitis candidiásica no complicada tiene buenos resultados terapéuticos con tratamientos tópicos y orales antimicóticos o intravaginales. Aunque son muy efectivos para proporcionar la curación clínica, existen altas tasas de recaída que afectan la calidad de vida de 5% a 8% de las mujeres en edad reproductiva.

Actualmente, existe evidencia respecto a que el uso de probióticos es beneficioso en adición a los tratamientos convencionales, porque ayudan a restaurar y mantener la flora vaginal normal y disminuir la contaminación por hongos y bacterias intestinales.

La administración de probióticos vaginales tiene múltiples aplicaciones. Pueden utilizarse asociados a los tratamientos antibióticos como coadyuvante de la curación, como agentes de prevención de las infecciones vaginales recurrentes y para mejorar la sintomatología local.

 

¿Qué cuidados de enfermería se deben seguir?

- Administrar medicamentos según prescripción médica

- Lavado de manos constante

- Mantener zona genital limpia y seca

- Aseo local solo con agua tibia y sin jabón perfumado

- Utiliza toallas sanitarias y no tampones mientras estés cursando la infección

- Preferir ropa interior de algodón

- Si tienes diabetes, mantén tus niveles de azúcar bien controlados

 

*El contenido de este artículo sólo cumple la función de informar, no sustituye ni reemplaza el consejo y/o las órdenes del médico tratante relacionadas con su salud, tratamiento o medicamentos que hayan sido recetados.

 

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